Por Leonardo Di Benedetto – Pueblo Chico Noticias
LUNES 30 DE JUNIO 2025.- En tiempos difíciles, cuando llegar a fin de mes se vuelve una carrera cuesta arriba, propuestas como ‘Tu Mercado’ no sólo alivian el bolsillo, sino que también reúnen a los fueguinos en algo más que una feria: un espacio de comunidad, solidaridad y encuentro.
Este fin de semana, Ushuaia, Tolhuin y Río Grande fueron testigos de una nueva edición de esta iniciativa que ya se transformó en marca registrada del consumo responsable en la provincia. Los vecinos recorrieron los stands, eligieron productos frescos, se cruzaron con conocidos, compartieron mates y hasta se llevaron algún mimo artesanal o una delicia casera.
‘Tu Mercado’ ofreció de todo: carnes, frutas, verduras, pastas, panificados, artículos de limpieza, bebidas y dulces… todo accesible, en un solo lugar, y con la tranquilidad de saber que no te están arrancando la cabeza.
Pero más allá del precio justo, hubo algo más valioso: el trato directo, la palabra amiga del comerciante local, el emprendedor que sonríe, la familia que vuelve a casa con las bolsas llenas sin haber vaciado la billetera.
El ministro de Economía, Francisco Devita, lo resumió claramente: “‘Tu Mercado’ ya es parte de la agenda familiar de los fueguinos. No es sólo comprar más barato, es encontrarse, compartir, sostenernos entre todos”. Y agregó: “Estas políticas públicas, impulsadas por el gobernador, tienen como eje central mejorar la calidad de vida en un contexto económico muy desafiante”.
Y sí, cuando la inflación no da tregua, cada oportunidad para comprar bien, sin intermediarios ni sobreprecios, vale oro.
Hubo también stands de emprendedores, puestos gastronómicos, productos de decoración, tejidos, dulces regionales, y más de una familia que convirtió la salida en paseo. Porque ‘Tu Mercado’ no es una feria cualquiera. Es una postal de identidad, de esfuerzo, de gente que no baja los brazos.
‘Tu Mercado’ es eso que muchas veces falta en las políticas públicas: cercanía, humanidad y resultados concretos. Es el abrazo del Estado presente, sí, pero también el gesto cotidiano de un comerciante que apuesta por su ciudad, de un vecino que elige lo local, de una familia que puede llevar comida digna a la mesa.
Y en tiempos donde todo sube, que algo baje –aunque sea por un rato–, también es una alegría.