Dos pueblos distanciados por 1,430 kilómetros, tienen una característica común, ambos son conducidos por intendentes de 24 años, los más jóvenes del país.
Con trayectorias totalmente distintas, ambos intendentes comparten la misma pasión, la política.
El radical aseguró que empezó a militar a los 8 años, cuando su padre llegó a la presidencia del Concejo Deliberante de Tancacha. En cambio, Jones, a los 20 años ya era Secretario de Obras Públicas en Dolavon.
Del mismo modo, su recorrido electoral también fue distinto, el primero en ser elegido como intendente fue Reyneri. En donde, por primera vez, el radicalismo fue dividido a la elección y ganó.
«Enfrenté un proceso de internas en el radicalismo con otros tres candidatos: había un ex intendente, un ex secretario de Gobierno y el presidente del Centro Comercial e Industrial de Tancacha. El partido me termina designando como candidato y el presidente del Centro Comercial se abre y se presenta como vecinalista con el ex secretario de gobierno», cuenta Reyneri a Clarín.
Obtuvo 1.465 votos, el 41,38% de la localidad
Mientras que en el valle inferior del río Chubut (VIRCH), el intendente, Luka Jones, entró a la función pública por una pasantía.
«Me involucré en política a los 17 años, surgió una pasantía en la Secretaría de Obras y Servicios Públicos del municipio de al lado, en Dolavon. Empecé con una función técnica, que se fue transformando en técnica -política, porque pasé a auxiliar, después a director y en 2021 empecé como secretario del área», detalla Luka Jones a Clarín.
En agosto del 2023, se presentó como candidato a jefe comunal de 28 de Julio, que tiene 800 habitantes. Jones ganó la elección con el 44,59% (210 votos), 70 más que la candidata de Juntos por el Cambio y más de 100 de diferencia sobre la postulante libertaria de, Javier Milei, que se quedó con el 22,72%.
Asimismo, reconoce al intendente de Dolavon, Dante Bowen, que ganó por primera vez la intendencia en 2015, con 27 años: «Siempre nos hizo parte a todos los jóvenes, sino no habría puesto a un pibe de 20 años al frente de la Secretaría de Obras Públicas».
Ambos remarcan que no hicieron promesas en la campaña electoral, que usaron las redes sociales, pero enfatizan en el cara a cara la clave para llegar con su mensaje a los vecinos. «Lo que me sumó es recorriendo, que te conozcan, que te den un abrazo, un consejo o una crítica en la cara, ahí está la verdadera política, cerca», afirma Reyneri.
En Tancacha, Reyneri heredó 94 empleados de planta permanente, que con contratados y pasantes llegan a 180 trabajadores. Todavía no había pagado los sueldos de diciembre.
«Vinimos a plantear un cambio en la lógica del poder. Es la primea vez que tenemos un plan de metas de gobierno en una localidad. Nos pusimos más de 30 objetivos y 300 metas medibles para cada área de gobierno», destaca Reyneri, que asegura haber recibido una crisis financiera en la Comuna.
En Chubut, Jones se referencia políticamente en, Néstor Kirchner, pero también en su tío, Daniel Díaz, que fue intendente de Esquel en la década del ’90, y dos veces diputado provincial.
Este administra un municipio con 67 empleados, 36 del frigorífico municipal, uno de los pilares de la economía de la zona junto a la ganadería y la producción. El matadero municipal tiene unos 12 clientes de la zona que pagan por el servicio de faena de ovinos y bovinos.
La comuna designa un administrador del frigorífico, tienen su propia masa salarial, que es independiente de las arcas municipales. «Nos llega coparticipación y también regalías petroleras. Es escaso lo que aportan los contribuyentes con la tasa, es alrededor del 30%», puntualiza Jones.
Ambos, sabiendo que los vecinos posan los ojos sobre cómo administran, se muestran cuidadosos. «Tengo como objetivo gobernar con austeridad, en criollo, en la zona decimos ‘No tirar manteca al techo’ con los recursos de los contribuyentes. Valoro y defiendo el sistema de salud, educación y obra de administración pública para una sociedad más inclusiva y justa», concluye Jones.
Reyneri no se quedó atrás, dijo que «hay que renovar la buena mirada hacia la política y al municipio. Hoy podemos ver grandes obras desde un dron, pero cuando empieza a bajar se desnudan grandes falencias sociales y de políticas blancas. Necesitamos recobrar servicios de calidad y eficientes. Y hay que reforzar Desarrollo Social de manera urgente para que la crisis nacional repercuta lo menos posible en los más vulnerables del pueblo».
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