19 DE FEBRERO 2023
La situación en Trelew no dista a la realidad que vive el resto del país. La cifra de denuncias que ingresaron al Ministerio Público fiscal desde el 1 de enero de 2022 al 31 de enero de este año asciende a 138. Lo triste y desolador es que (si bien este tipo de delitos destruye la vida de todo tipo de víctima) el 95% son menores de edad. Y son escasos los casos en que el agresor sexual es ajeno al ámbito intrafamiliar.
Así lo confirmó en una entrevista con Jornada la fiscal jefa en Trelew Silvia Pereira quien está al frente de Unidad de Género y Delitos Sexuales de esa dependencia. “No se puede callar este tipo de casos, las consecuencias con las víctimas son terribles” deslizó, ratificando la importancia de la denuncia desde un primer momento.
Desde hace ya varios años, y ante el cambio de protocolos en comisarías y juzgados, esta clase de abusos (sexuales contra las infancias) cualquier persona que tome conocimiento de un hecho de estas características puede denunciarlo. “Para ello, la persona se pude acercar a la Asesoría de Familia a poner en conocimiento las circunstancias. Más allá de esa norma general, en el año 2017 en el Congreso Nacional sancionó por unanimidad la modificación al Código Penal mediante la cual las autoridades judiciales debemos actuar de oficio ante el conocimiento que un hecho de Abuso Sexual contras las infancias”.
Citó la importancia puntual del rol de los docentes, médicos y psicólogos que toman conocimiento a través de su función de estos hechos, que están obligados –dijo- “a denunciar o poner en conocimiento de las autoridades judiciales. En el caso de los docentes en al año 2022 tuvimos varios casos que surgieron en las escuelas, las docentes y los docentes de las escuelas han actuado en consecuencia y han denunciado, acompañando a las víctimas”.
Comparó la fiscal que “la escuela es una caja de resonancia importante en estos temas, las víctimas hacen una develación accidental en estos sitios, precisamente por la escuela es un lugar seguro, cuando el abuso ocurre en el interior de la casa, como el enorme porcentaje de casos que tenemos, la victima develará en un ámbito seguro”.
Reveló además que la Educación Sexual Integral (ESI) es una gran herramienta que se cuenta en los establecimientos educativos. Cuánto más conocimiento se tiene del cuerpo, más se puede distinguir desde edades tempranas lo que está bien y lo que “está mal”.
“Patrones similares”
Cuando las víctimas son niñas o niños, el patrón que presentan es similar que cuando ocurre el abuso en mujeres. “Ocurre que en la historia de la humanidad hemos violentado sistemáticamente mujeres desde la niñez, y a veces impacta más que la víctima sea un varón. Los agresores sexuales aprovechan un ámbito de vulnerabilidad o lo crean, situación de la que también es víctima el resto de la familia. Siempre adonde hay vulnerabilidad, hay abuso. La amenaza de muerte hacia la madre, hermanas y hermanos y seres queridos es un elemento que se repite en todos los casos. Los padres que abusan de sus hijos los amenazan que sus hermanos ya no van a comer en caso de denuncias porque una vez detenidos no ingresará dinero en el hogar, es ahí cuando las victima bajo amenazan no hablan por ese temor. Hemos tenido casos en que a las victimas el agresor les dice que es un juego”.
¿Qué personal trabaja en el caso del abuso a las infancias? ¿Quién está con esas víctimas?. “Quienes primero tienen contacto con los menores es el personal de Comisaria de la Mujer, que dan intervención a la Unidad de Genero y Delitos Sexuales. Ya en sede policial interviene el SAVD con psicólogas, trabajadoras sociales, abogados y abogadas. “El SAVD acompaña a las víctimas y su familia durante todas las etapas del proceso. Con las victimas trabajan en contención y orientación sobre todo en lo relacionado con el testimonio en Cámara Gessel. El servicio también gestiona ante organismos públicos tratamientos terapéuticos”, deslizó.
Las pericias psicológicas a los niños, están a cargo del Cuerpo Médico Forense que cuenta con dos psicólogas que también recepcionan el testimonio en Gessel. “La fiscalía cuenta con la Unidad de Genero y Delitos Sexuales desde agosto del año 2020 que gestiona este tipo de casos. Se gestiona el caso durante todas sus etapas”, dijo.
Consultada Silvia Pereira respecto a las recomendaciones a la comunidad en general y en especial a las personas que estén atravesando situaciones vulnerables o bien sean víctimas de este tipo de abuso sexual, sugirió que “lo primero que se recomienda es creerle y contener a la persona, por más increíble que parezca es importante creer, brindar confianza a la niña o niño. Las víctimas de abuso sexual no mienten, no tienen una capacidad psíquica para llevar adelante una historia tan grande en que por lo general sindican al padre, padrastro, hermano, tío, abuelo y primo. No hemos tenido casos de víctimas de este tipo de delitos que mientan”.
Citó algunos de los tantos casos que llegaron o pudieron haber llegado a debate oral (juicio). “Hay víctimas que incluso han pedido por sus agresores con el fin de que no sean severamente castigados, porque precisamente son los propios agresores quienes le dicen que si denuncian ellos la pasaran mal en la cárcel”, advirtió.
Advirtió que “el momento” que una víctima de Abuso Sexual en la Infancia realiza la develación es de suma importancia. “Acuden a su madre, amiga, docentes, hermanas, padre cuando no es el sindicado. Existen indicadores previos, no pueden conciliar el sueño, autolesiones, se comportan de manera agresiva con sus pares, se duermen en el colegio, se aíslan, se producen cambios en su cuerpo, entre otros”.
Aseguró la fiscal que “por las características del delito; en que tenemos un hecho gravísimo por las secuelas físicas y psíquicas que deja en las víctimas y, transitaran toda su vida con esa vejación en su cabeza, en su cuerpo, pero además los agresores sexuales son extremadamente violentos, las víctimas hacen un esfuerzo enorme para develar el hecho, son procesos durísimos, por eso lo más importante es creerles”, reveló.
Para finalizar, Pereira no dudó en afirmar que lo más importante en estos casos es acudir a comisaria de la mujer, no contaminar el relato, no hacer demasiadas preguntas. Un relato contaminado –explicó- “trae graves consecuencias a la investigación. Los agresores se mueven en silencio en el hogar, son personas confiables a simple vista, pero no son así con las víctimas, es por ello que no se debe naturalizar conductas inapropiadas”, concluyó.