POLITICA, MARTES 19 DE AGOSTO 2025.-
En política la memoria suele ser corta, pero en Tierra del Fuego no podemos darnos ese lujo. Hoy vemos a Gastón Díaz, actual secretario de Gobierno del Municipio de Río Grande y flamante candidato a senador nacional, intentando vender una imagen renovada. Sin embargo, su historial de gestión está marcado por el fracaso, la improvisación y la falta de respuestas concretas.
No hay que olvidar que Díaz fue ministro de Gobierno de Rosana Bertone, la misma administración que dejó a la provincia sumida en la crisis social más grave de la última década.
El recuerdo de 2016: ajuste, represión y soberbia
Ese año, el Gobierno de Bertone impulsó un paquete de leyes de ajuste aprobado a espaldas del pueblo en una sesión exprés de la Legislatura. Entre esas medidas se encontraban:
- La reforma jubilatoria, que elevó la edad de retiro y recortó derechos adquiridos.
- El congelamiento salarial y la eliminación de beneficios que impactaron de lleno en los estatales.
- La creación de un impuesto confiscatorio que cayó sobre el bolsillo de los trabajadores.
El resultado fue inmediato: un estallido social sin precedentes, con miles de trabajadores en las calles, un acampe de más de cuatro meses frente a Casa de Gobierno y la Legislatura vallada como si estuviera bajo sitio.
En ese escenario estaba Díaz. Como ministro de Gobierno, fue el rostro de la represión institucional: el funcionario que se negó al diálogo, que estigmatizó la protesta social y que prefirió atrincherarse junto a Bertone en la soberbia del poder.
Los fueguinos aún recuerdan las jornadas de marzo de 2016, cuando docentes, jubilados y estatales fueron reprimidos por la Policía frente a la Casa de Gobierno. Díaz avaló esas decisiones y jamás asumió responsabilidades.
El reciclaje político
Hoy, disfrazado de candidato “renovador” bajo el sello de Defendamos Tierra del Fuego, Díaz pretende convencer a la ciudadanía de que puede representar a la provincia en el Senado. Pero la pregunta es inevitable: ¿cómo va a defender los intereses de los fueguinos alguien que ya les dio la espalda desde el poder?
Su paso por el Gobierno de Bertone es un recordatorio claro de lo que representa: ajuste, represión, soberbia y falta de sensibilidad social. Nada distinto a lo que hoy intenta reciclar bajo nuevas consignas.
Un pasado que no se borra
El pueblo fueguino ya pagó demasiado caro su paso por la gestión provincial. Pretender ahora escalar a la Cámara Alta es una jugada que solo expone la crisis de representación y la pobreza política de algunos espacios que, sin propuestas, reciclan viejas caras con historiales oscuros.
La sociedad tiene memoria, y la historia de Gastón Díaz no se borra con una candidatura. Los fueguinos deben preguntarse si quieren volver a apostar a un dirigente que ya demostró, en los hechos, que no está a la altura de las necesidades de esta provincia.
