TOLHUIN, 26 DE AGOSTO 2025.-
En medio de una profunda crisis energética que afecta a la ciudad de Tolhuin, el intendente Daniel Harrington decretó un asueto administrativo municipal que, lejos de aportar soluciones, terminó agravando el panorama, dejando a vecinos y vecinas sin respuestas ni gestión activa ante una emergencia que exige presencia y coordinación.
Los cortes de luz —prolongados y reiterados— han expuesto una vez más las debilidades estructurales del sistema eléctrico local, una situación que requiere acciones concretas. Sin embargo, la decisión del jefe comunal de suspender la actividad municipal fue interpretada por muchos como un gesto de desentendimiento más que de cuidado, y despertó críticas por su evidente carga política.
“Mientras los vecinos no tienen luz, ni agua caliente, ni calefacción, el intendente decreta asueto como si la solución fuera esconderse”, expresó un comerciante local afectado por los cortes.
La falta de planificación y de respuestas inmediatas dejó al descubierto no solo una infraestructura colapsada, sino también una gestión local que, ante la emergencia, optó por capitalizar políticamente el malestar social.
Distintas voces del ámbito político y social advirtieron que el uso discursivo del problema energético por parte del Ejecutivo municipal, lejos de colaborar con la solución, genera mayor incertidumbre y tensión en la comunidad.
“En lugar de ponerse al frente, abrir un comité de crisis, asistir a los sectores más afectados y trabajar con los organismos competentes, se eligió el camino del oportunismo”, opinó un referente barrial.
La crisis energética que afecta a Tolhuin necesita soluciones técnicas, inversiones a largo plazo y un Estado presente. Pero también exige responsabilidad política. Y en este contexto, la decisión del intendente de suspender la actividad municipal sin ofrecer una alternativa operativa solo alimenta la percepción de una gestión más preocupada por el posicionamiento que por el bienestar de su gente.
