POLITICA, LUNES 25 DE AGOSTO 2025.- El presidente Javier Milei confirmó un nuevo viaje a Estados Unidos, donde participará en una cumbre empresarial organizada por Michael Milken, el polémico “rey de los bonos basura”. El objetivo oficial: atraer inversiones. El objetivo real: sacarse fotos con Donald Trump y alimentar su ego internacional mientras la Argentina atraviesa una de las semanas más críticas de su gestión.
Mientras Milei planea codearse con los 50 empresarios más influyentes del mundo, su Gobierno deberá enfrentar en Buenos Aires escándalos de corrupción, crisis institucional y la investigación de una estafa millonaria en criptomonedas que compromete a funcionarios de primera línea.
El frente interno que Milei quiere esquivar
- Causa de coimas: ya roza a su hermana, Karina Milei, secretaria general de la Presidencia y pieza clave del armado libertario.
- Guillermo Francos en la mira: el miércoles el jefe de Gabinete deberá dar explicaciones en el Congreso en un clima político que se calienta cada vez más.
- La estafa del $LIBRA: el jueves arranca la comisión investigadora en Diputados. El fraude con criptomonedas golpea directamente la credibilidad de un gobierno que hizo del “fin de la casta” y la transparencia su bandera de campaña.
El doble discurso libertario
La estrategia es clara: viajar para mostrarse como un líder global mientras en el país no logra frenar el deterioro económico, la pérdida de empleo y el retroceso industrial. Se trata del Milei de siempre: aplausos y promesas hacia afuera, silencio e improvisación hacia adentro.
El propio cronograma muestra la contradicción: el Presidente vuelve el 7 de septiembre solo para ponerse al frente de la campaña bonaerense de La Libertad Avanza, mientras deja en manos de Francos y su hermana el control de una administración que ya está siendo investigada por corrupción.
¿Gobierno o circo?
Milei habla de soberanía y libertad en cada escenario internacional, pero en Argentina se multiplica el ajuste, los despidos y las denuncias. La hermana del Presidente investigada por coimas, el gabinete arrastrado por una estafa financiera y un Congreso que comienza a reaccionar: todo esto mientras el libertario busca el aplauso fácil en Los Ángeles.
La pregunta es inevitable: ¿cuánto más podrá sostener el show de los viajes y las conferencias cuando la crisis política y social le explota en la cara?
